LA MAGIA DE LA NATURALEZA

Pequeñas constelaciones,

La chica que no deja de soñar necesitaba desconectar, beber de la naturaleza para reubicarse y calmar sus latidos. 


Se subió al coche de su mejor amiga con rumbo a un bosque de árboles gigantes que hace años la había ayudado a encontrarse a sí misma.


Sin embargo, por el exceso de turistas decidieron no apearse del coche y cambiar de dirección.


Pensaron en la Fuentona, pero el pueblo también estaba petado de gente así que se fueron en busca de un nuevo rincón de paz. Los Rebecos y los Capricornios siempre han tirado para el monte.


Y qué mejor monte que aquel en el que muchos meses atrás habían conseguido la serenidad y los deseos que le habían implorado a la madre Tierra.


Ucieda.



En aquel bosque siempre se las olvida la vida y ambas necesitaban apagar el interruptor de sus cerebros.


Dejar a un lado la rutina, los problemas, las decepciones, y a esas personas que las habían hecho sentirse insuficientes y pequeñas. 


Ellas que son dos mujerones y que saben que se tienen, a veces se sienten menos que otras personas, solas, vacías, incomprendidas, fuera del mundo al que pertenecen. A veces ven como nada las sale bien, como los planes se las tuercen, como las personas las devuelven menos de lo que dan. 


Entonces juran no volver a darse enteras pero siempre caen en la trampa de ser como son incluso con quienes no se merecen absolutamente nada.


La chica que no deja de soñar emprendió un camino que creía corto junto a su mejor amiga. Una vueltecita pequeña que creían que no las llevaría mucho tiempo. 


La aventura resultó un viaje de cinco horas, con los pies sumergidos entre las hojas caducas de los árboles y la tierra mojada, puentes de madera, laderas de monte a través, hayas gigantescas volcadas de raíces inmensas, silencio infinito y unas vistas increíbles.


A un rato la tormenta se acercó tanto que derramó frías gotas de lluvia sobre ellas. Pero como sucede siempre que están juntas, los elementos cambiaron y volvió a salir el sol.


La chica que no deja de soñar consiguió el equilibrio que buscaba. Y es que la basta la paz que desprenden la naturaleza y su belleza y ese silencio reparador que transmite nuevas energías para seguir luchando y encontrarse a sí misma.


No hay nada que unas horas en el monte no consigan calmar.


Ahora, desde casa, revisa las fotos antes de hacer una publicación en Facebook. Tiene suerte de vivir en Cantabria. Es un paraíso natural.


Tiene suerte de que su mejor amiga siempre la secuestre y la regale días así. Monte, bocadillo, charla reparadora, consejos y muchas sonrisas. 


Tiene suerte de que desde el cielo, sus ángeles guíen sus pasos.


Abre el nuevo mensaje de WhatsAap de su bruja favorita. Encuentra el enlace a una canción.


«La letra habla de ti...»


La chica que no deja de soñar pulsa el play y Ricardo Arjona empieza a cantar "Batichica". Es uno de los cantantes favoritos de su mejor amiga. 


Definitivamente sí, parece hablar de ella. Quizás, como esa Batichica, ella también encuentre algún día un hombre que la sepa mirar como merece.


La chica que no deja de soñar brilla, canta y baila. Y con una sonrisa brillante prendada de sus labios lanza un beso de polvo de estrellas hacia la oscuridad de la noche. 


Llegará a dónde tenga que llegar...


https://m.youtube.com/watch?v=0ZFod42bEVY

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DESPERTAR EN TU MIRADA, de YOLANDA REVUELTA

Pequeñas constelaciones, Hace mucho que no escribo en este blog porque lo abandoné por otro universo paralelo. Al igual que dejé de escribi...