MI VOZ...

Pequeñas constelaciones,

El calendario marca un nuevo año. Uno de enero del 2021.

Afuera graniza. Los montes cercanos tienen sus picos algo nevados. Las vistas son espectaculares. Las observó durante unos minutos con la mirada perdida, como queriendo que me susurren algún mensaje.

Parece que el invierno está aquí y que tiene muchas cosas que decir. O quizás me lo parece a mí porque necesito una señal que me ayude a encontrar respuestas.

Dicen que será un año mejor que el fatídico 2020 que dejamos atrás. Un año lleno de posibilidades a descubrir. Para mí el 2020 no ha sido tan malo. Ha sido un año de finalizar estudios, de empezar otros que marquen el destino de mi futuro. Y he salido vencedora. Pero lo he terminado tan agotada mentalmente, que parece que mis pilas internas necesitan recargarse.

Sé que debería enmarcar en rojo las nuevas metas a conseguir. Para eso compré la agenda de Frida Kahlo. Quizás anotándolas sea más fácil luchar por ellas. Sin embargo, este año todo está siendo distinto.

En otras circunstancias, haría quince días que las tendría apuntadas. Pero esta vez no. Estoy tardando. Demasiadas dudas. No sé ni por dónde empezar.

La tormenta se acerca. Puede escucharla cada vez más próxima y eso me da un poco de esperanza. Me encantan las tormentas porque siempre me relajan. Y es justo eso lo que necesito ahora.

Agua, granizo, tormenta. ¿Será que la naturaleza trata de decirme algo?

Siempre tan de señales. Siempre atenta.

Miro por la ventana mientras se me enfría el último café del día. El último café del uno de enero, y pienso en mis sueños.

En esos sueños que siempre me han ayudado a sobrevivir con una sonrisa en mis días grises.

Sueños literarios. Porque sí, mis sueños siempre han ido vestidos de palabras. No sé si buenas o malas. Tan solo: palabras.

También por ellos estoy dudando. Porque la única constante que siempre se ha mantenido en mi vida se está tambaleando.

Últimamente la inspiración me falla. Las palabras se repiten, los sentimientos giran en torno a las mismas sensaciones. Al igual que los días. Demasiado rutinarios. Quizá sea por eso que me siento como si estuviera escribiendo en un continuo déjà vu. Y como lectora sé que eso no es bueno.

Siento que mi voz se está apagando. Quizás es que necesite de silencio para regresar con más fuerza, ganas e ilusión. Porque en este nuevo año, donde ya debería haber apuntado todos esos proyectos nuevos a escribir, que ya están perfilados en las libretas, la agenda sigue en blanco.

Y eso al igual que el granizo y la nieve... Es una señal.

Quizás. Quizás. Quizás. Comienzo este mes con un montón de quizás tanto en mi cabeza como en mi corazón, y solo puedo suspirar esperando a que esta sensación se vaya. Intento apagarlas con Netflix, con horas de series y películas que apaguen este sentimiento que me asfixia.

Es por eso que he decidido esperar a ver qué pasa. He lanzado las runas y me han dicho que debo pararme a reflexionar antes de avanzar. Diferente pregunta. Misma runa. Eso también es un mensaje. 

Así que he decidido el permitir a Odín que me brinde lo que desee. Esperar a que la naturaleza me exprese lo que tiene para decirme.

Intuyo que lo que más necesito ahora es mirar dentro de mí, desempañar la niebla, focalizar el futuro, lucharle, y dejar que el fuego arrase con todo lo que sobra.


Mirar adentro, arreglarme y acomodarme, para poder transmitir hacia afuera.

Silencio. Mi voz necesita silencio por un tiempo para recobrar fuerzas, para escuchar el susurro de otras voces de forma nítida.

La tormenta vuelve a latir. Ya está encima del tejado. El relámpago ha hablado. Voy a cerrar los ojos y a escuchar sus gritos para acompasarla a los latidos de mi corazón. Necesita llenarse de esa rebeldía inquebrantable.

La noche abraza cada esquina. Las farolas ya están prendidas. Miro al cielo. No puedo ver las estrellas pero sí sentirlas. Lanzo un beso. Hoy es más polvo, es más cenizas… 

No sé a dónde llegará... 

 

 

1 comentario:

  1. Se intuyen tiempos de renovación, de introspección, de... liberación en tus palabras y espero sinceramente, que así sea.

    Da gusto encontrarse con rincones como este que regentas, tan descarnadamente honestos y espero que nos des la oportunidad de continuar deleitándonos con la profundidad de tus pensamientos.

    Un lujo de blog que seguiré con suma atención a partir de ahora.

    Feliz entrada de año y mucho ánimo y fortuna con tus proyectos.

    ResponderEliminar

DESPERTAR EN TU MIRADA, de YOLANDA REVUELTA

Pequeñas constelaciones, Hace mucho que no escribo en este blog porque lo abandoné por otro universo paralelo. Al igual que dejé de escribi...