HAKU

Pequeñas constelaciones,

A veces las cosas no se dan como deseamos, a veces simplemente los caminos se tuercen y debemos aceptar los designios del destino. 

La chica que no deja de soñar se siente triste.

El destino ha querido que Haku, el pequeño gatito que había adoptado junto a su barbudo, no llegase a casa. Era un pequeñín que no llegaba al mes, pero al entrarle catarro y conjuntivitis no ha podido superarlo.

Entrada la mañana, recibieron el mensaje de que lo ingresaban. Minutos más tarde, decían que había muerto, y eso les dejó en shock. Aunque parte de su corazón ya lo esperaba. Había una voz en su cabeza que lo gritaba.

Estaban ilusionados porque era su proyecto conjunto. Una locura de esas a las que uno se lanza cuando ve una imagen y se enamora al instante. Ay, los amores a primera vista...

Cuando observan los juguetes que habían comprado, a la chica que no deja de soñar le entra un pellizco en el estómago.

Ella cree demasiado en las señales. Lleva mucho tiempo haciéndolas caso, llevan muchos años susurrándola para que ahora no las quiera hacer caso.

Todo en la vida sucede por algo. Así como las cosas que no se dan por mucho que nos empeñemos en ello, también tienen su significado. Y debemos escuchar.

Aunque está triste, aunque algo dentro de su corazón se ha apagado, ella es de esas personas que siempre se queda con lo bueno. Todo depende del matiz con el que queramos ver lo que sucede.

La ilusión compartida, las bromas sobre a quién querría más, la de cosas que iba a tirar de las estanterías, el amor que le iban a dar...

¿Y lo mejor de todo?

Que le pudo tener en sus manos y acariciarlo. Y su chico también. De hecho con él se quedaba dormido y tranquilo. 

Que gracias a Haku, se encontró con quien había sido su mejor amiga, con la que por cosas de la vida no se hablaban desde los 19 años, y que gracias al Covid habían vuelto a retomar el contacto, más maduras, sin prejuicios y sin malos rollos.

Haku ha sido el puente para que volvieran a abrazarse. Y solo con eso, a la chica que no deja de soñar, la melancolía no consigue atraparla del todo.

Todo sucede por algo.

Haku siempre será ese rayito de luz que une y fortalece la amistad de quienes siempre tuvieron sus hilos rojos cruzados.

Si la chica que no deja de soñar y su barbudo, deben adoptar...

Odin y Freyja proveerán.

Hoy en Cassiopeia, brilla una estrella más. HAKU.

La chica que no deja de soñar lanza un beso de despedida mirando al cielo. Hoy, su beso es solo para él, para su pequeño blanco como la nieve y gris como las sombras.

Sus labios susurran:

- Descansa y conviértete en polvo de estrellas.


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